En el tiempo que llevo trabajando, me he encontrado unos cuantos casos de personas que se quejan de dolor de cuello y espalda tras un accidente de coche. Normalmente, siempre ha sido por un alcance posterior (un coche les impacta por detrás) y no han sido a alta velocidad, como mucho a 40 o 50 km/h (recuerdo un caso en el que el choque se produjo a 20 km/h).
Aparece entonces el temido “latigazo cervical” (o whiplash en inglés), pero la gente suele quedarse sólo con esa idea. El dolor de cuello, la rigidez, los mareos, el dolor de cabeza… y después de un tiempo, existe una mejoría.