Se van terminando las vacaciones y dejamos atrás esos momentos de relax, de caminar por la playa, de tomar el sol y de los chiringuitos; de los largos paseos, de visitar ciudades y museos y de conocer nuevos países y culturas.
Volvemos a la rutina y con ello, volvemos a hacer el ejercicio al que estamos habituados. Salir a correr antes de ir a trabajar, irnos al gimnasio por la tarde, las clases de crossfit, pilates, yoga o spinning… Todo lo que hacíamos antes del parón veraniego. Y con ello llegarán las lesiones, las agujetas y las sobrecargas. Hay que tener cuidado y vamos a comentaros una serie de normas básicas para evitar en la medida de lo posible todos los efectos negativos de la vuelta al ejercicio.
EL CALOR
Lo primero de todo advertir que, sigue haciendo mucho calor y que las horas centrales del día no son las más adecuadas para realizar ejercicio, sobre todo, al aire libre. Hidratarse bien, evitar el exceso de calor y el sol directo, así como no realizar sobreesfuerzos siempre deben ser unas medidas a tener en cuenta.
EMPEZAR SUAVE
Otra de las cosas importantes a tener en cuenta es que no podemos empezar a realizar ejercicio con los mismos parámetros y marcas que teníamos antes del paréntesis vacacional. El cuerpo debe irse acomodando poco a poco a ese esfuerzo después de un tiempo sin realizarlo. No significa que hayamos disminuido nuestro nivel físico (elasticidad, fuerza, resistencia…), simplemente se ha quedado en un periodo de stand-by por un tiempo. A las pocas semanas de comenzar la rutina de ejercicios, volveremos a estar como siempre. No hay que tener prisa ni intentar acelerar el proceso. Si no cumplimos esta norma básica, podremos sufrir sobrecargas, contracturas o roturas de fibras entre otras lesiones deportivas frecuentes.
ESTIRAR BIEN Y DE MANERA HABITUAL
Siempre es conveniente una buena fase de estiramientos a la hora de hacer ejercicio, pero tras unas semanas sin haber realizado nada de deporte, es esencial que se realicen correctamente y con asiduidad.
LOS KILOS DE MÁS
Si se ha cogido algún kilo de más durante el verano por no haber realizado ejercicio o por la vida más tranquila y las comilonas veraniegas, no hay que preocuparse. Realizar más ejercicio que habitualmente tras venir de un periodo de descanso, por el mero hecho de perder el peso que se ha ganado, es contraproducente. El aumento de peso va a hacer que el cuerpo tenga que hacer más fuerza para moverse, vamos a haber perdido elasticidad y propiocepción, con lo que, aumentar las sesiones o el tiempo de las mismas lo único que va a hacer es que nuestro cuerpo sufra más y tenga más riesgo de lesión. El peso se irá perdiendo poco a poco si continuamos con el mismo plan de ejercicios y alimentación que teníamos antes de irnos de vacaciones, así que, no hay que darse “más caña” pensando en los kilos.
REPLANTEARSE OBJETIVOS
Al igual que pasa con los colegios, mucha gente utiliza el parón veraniego para comenzar nuevos propósitos aprovechando la vuelta a la rutina.
En el aspecto deportivo, debemos intentar visualizar cómo va a ser el año, dividirlo en periodos o fases más pequeñas e intentar ir cumpliendo objetivos realistas, que sepamos que somos capaces de cumplir y después intentar enfocar la forma de lograrlos. Me da igual que sea conseguir un mejor tiempo, superar una marca, aguantar una distancia, perder “X” kilos o llegar a hacer “tal o cual” postura de yoga. Para ello debemos poner todo lo posible de nuestra parte, no perder el objetivo de vista y no decaer si vemos que no estamos logrando progresos, pues esto ocurre cuanto más se practica. Lo explico mediante números o niveles, para intentar dejarlo más claro. Por ejemplo, mejorar de 0 a 1, es rápido y fácil, en unas semanas notas mejoría. De 1 a 2, ya cuesta más, pero en unos meses cumples los objetivos. Pero si estás en un 7, pasar a un 8 puede llevar mucho tiempo, incluso años, por eso, los objetivos deben ser realistas, intentar ir paso a paso, no saltarse números o niveles, ir poco a poco y, sobre todo, ser constantes. La constancia, en el deporte o en el ejercicio, es vital para conseguir nuestros objetivos.
Estas son algunas de las pautas que debemos seguir para nuestra vuelta al ejercicio de manera rutinaria. Como siempre, el sentido común es el que va a marcar lo que debemos hacer, pero nunca está de más recordarle a ese sentido común cómo deberían ser las cosas.