Aprovechando que es época de viajes largos, voy a intentar que tengáis una idea más o menos clara de la postura a mantener mientras se conduce.
Los viajes en las vacaciones de verano suelen superar, casi todos, las 3-4 horas de duración. Por ello, una buena postura al volante nos ayudará a no llegar tan cansados o con dolores musculares y articulares.
Empiezo con algún caso que he tenido en consulta, para haceros una referencia más clara de qué puede ocurrir con las malas posturas al conducir. Llevo tratando un tiempo a muchos transportistas y muchos de ellos me han llegado con graves problemas de movilidad y dolor en el hombro izquierdo. La primera vez que traté algo similar, el paciente, además de ser jugador de fútbol en 3ª División, era taxista. Poco a poco, esta patología se ha ido repitiendo a lo largo de mi vida profesional y cuando ya llevaba unos cuantos casos, me di cuenta que era algo muy común entre la gente que pasa muchas horas en un vehículo. La gente con cierta destreza al volante termina conduciendo con una mano, pero además de esto, suelen apoyar el codo izquierdo en la ventanilla, lo que, entre otros movimientos, eleva el hombro (rotación interna y adducción horizontal, para completar los datos para los profesionales). Esto hace que músculos como el trapecio y el elevador de la escápula vayan siempre contraídos. Además, los músculos estabilizadores de la escápula (o “paletilla”), están completamente inhibidos, sobrecargando aún más a otros músculos que, en ese momento, tendrían que estar relajados y descansando, como en unas vacaciones en un Resort de 5 estrellas. Un rato así aguanta cualquiera, incluso parece una postura muy cómoda para ir al volante, sobre todo si vas por carretera y no tienes que cambiar de marcha o si tienes un coche automático. Pero a la larga, esa postura es “mortal” para el hombro (entiéndase “mortal” como muy dañina… No nos vamos a morir por tener dolor en el hombro). La retracción que sufren las estructuras de esta articulación, que se mantiene así entre 8 y 10 horas al día (si no más), durante 5 ó 6 días a la semana, es bestial. Recuperar a un taxista que ha conducido así más de 20 años, os puedo asegurar que no es un trabajo fácil.
La posición de la espalda también debe ser la correcta. Debemos mantener una angulación de unos 20° con el asiento. Como esto es complicado de medir, lo que podemos hacer es poner el asiento totalmente recto, e ir inclinándolo hacia atrás poco a poco hasta que dejamos de notar tensión en la espalda por tenerla totalmente recta. Obviamente, 20° es una medida estándar que se utiliza como una generalidad. No pasará nada si estamos a 24° o a 18°, siempre que nos notemos cómodos. Además, el “culete” siempre debe estar pegado a la parte de atrás del asiento y la zona dorsal media y baja (justo donde terminan los homóplatos), tiene que pegarse al respaldo, sin que esto nos suponga mayor tensión en la espalda, el cuello o los hombros.
Para terminar, deciros que las piernas no deben ir ni demasiado estiradas para llegar a los pedales, ni muy dobladas. No quiero hablaros todo el tiempo de los ángulos a los que debemos tener las articulaciones, así que, lo mejor es que veáis varias imágenes que os dejo a continuación.
Como veis, las caderas, tampoco están en un ángulo de 90°, si no un poquito más estiradas, pues confiere una mayor comodidad, menos presión en la zona inguinal y un mejor control motor.
Utilizo este artículo para recordaros la posición que se debe tener al conducir, ya que malas posturas mantenidas y “coger vicios posturales” harán que el viaje se nos haga más cansado, lleguemos con dolor de cabeza, hombros o cuello, con pesadez de piernas o dolor en los gemelos y zona lumbar.
Disfrutad de las vacaciones, cuidado al coger el coche (o cualquier otro vehículo) y recordad que una buena postura os hará el viaje menos pesado, por lo que podréis disfrutar más y mejor de vuestro merecido descanso.